3 sept 2007

En el mundo (en el círculo del dinero)


Caen dentro del paisaje las ideas para que alguno suba el telón. Del bajo arte (de ese que nos deja pensando) sale improvisada una poesía sin anestesia, y casi sin cortesía. Mezclada la poesía con la realidad, se forman nuevas descripciones, se buscan colores para darle vida al mundo. Con ideas la inspiración tendrá su flujo. Escribo, y muchas veces sin parar. Genero distintas formas de verlo todo (o casi todo, o algo) de englobar nuestro paso atrapado en la gran red, en el círculo del dinero.
La propiedad privada regala espejos que ofertan felicidad. Muchos saben que en épocas de violencia escalonada es lo que más hay que cuidar. Más que uno mismo, más que al mundo. Así es, muchos cierran ventanas y puertas y agujeritos. Se mantienen expectantes, arma en mano, de los acontecimientos. Es que las cosas valen más, mucho más que uno, y que todos. La propiedad privada los pone a todos contra todos, rompe diálogos y afectos.

Pero otros tantos saben que no tienen nada. Ni lluvia para esperar

Porque malogré movimientos, me hundo sin vacilar dentro de mi pecho. ¿A quién no le gustaría una sonrisa al final del frío? Hay veces que contamino episodios y los vuelvo inentendibles. Tan pausado, el hilo de la sangre hace hervir a mi piel. Con tanta carga recorro la niebla, porque el dolor es así, siempre en silencio se hace cada vez más artero.
Tan cerca de esta soledad los ánimos positivos se comprimen. Tan pronto como la realidad se abre entre mis pasos, lo oscuro va tornándose insoportable. Quedará saber (y si es que existe el después) si el dolor opacó a todas las demás sensaciones. En el equilibro entre la mente y el espacio represento lo más tedioso, al mundo sin pestañar.

En los momentos en que el alma queda vacía, especulo con alguna originalidad. Si no, mala suerte. Cuando salgo a la calle muchas veces me aseguro de dejar la cabeza en un sueño más complaciente.

1 comentario:

laural - laura anabel lópez dijo...

Rebelde y a tono con la situación
Beso