11 jul 2007

Tu arma en el sur

Nunca mires hacia atrás
(y si lo hacés que la visión cambie)

Aléjate de lo demás
(o aceptalo perdonalo abrazalo)

Busca alguna solución
(suelen ser parte del problema)

No me lastimes
(no tiene sentido)


Déjalo para después
(si tenés certeza de un después o de un quizás)

Ya nos veremos otra vez
(si nos vimos alguna vez y yo creo que sí)

Busca alguna solución
(ya sabés dónde se encuentran)

No te delires
(no tanto como para no saber volver)


Fui tanto tiempo cargando esa cruz
(tuve que aprender a ser libre de mí)

Corriendo entre paredes, lejos de la luz
(creyendo avanzar y sólo girando en círculos)


Yo soy tu amor
(yo soy yo y vos y él y ella y todo)

Vos sos mi arma en el sur
(vos sos mi alma también)

Tal vez no me necesites más
(y qué mejor que elegir)

Tal vez no me necesites nunca
(y ojalá así sea)

Tal vez no necesites cosas para ser más libre
(ni siquiera un arma, un alma, una palabra)



*** GRACIAS POR SER COMO SOS ***




Tal vez no necesites más...

10 jul 2007

Mandalas

Los mándalas son diagramas o representaciones esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos, utilizados en el budismo y el hinduismo.

Estructuralmente, el espacio sagrado (el centro del universo y soporte de concentración), es generalmente representado como un círculo inscrito dentro de una forma cuadrangular.
En la práctica, los yantra hindúes son lineales, mientras que los mándalas budistas son bastante figurativos. A partir de los ejes cardinales se suelen sectorizar las partes o regiones internas del círculo-mándala.

Por otra parte, la mayoría de las culturas posee configuraciones mandálicas o mandaloides, frecuentemente con intención espiritual: la mandorla (almendra) del arte cristiano medieval, ciertos laberintos en el pavimento de las iglesias góticas, los rosetones de vitral en las mismas iglesias; los diagramas de los indios Pueblo, etcétera.

Es muy probable que esta universalidad de las figuras mandálicas se deba al hecho de que las formas concéntricas sugieren una idea de perfección (de equidistancia con respecto a un centro) y de que el perímetro del círculo evoque el eterno retorno de los ciclos de la naturaleza (tal como en la tradición helenística lo proponía, por ejemplo, el uróboros).

A su vez, en los rituales mágicos es frecuente la separación de un espacio sacro respecto de uno profano; para esto, en la tradición del ocultismo occidental, se ha recurrido y recurre a los círculos mágicos; el espacio sacro —o al menos el del ritual— es el inscripto en tales círculos que, de este modo, cumplen funciones análogas a los mándalas orientales.

Esta universalidad de los mándalas hizo que el psiquiatra Carl Gustav Jung los privilegiara como expresiones probables de lo inconsciente colectivo. Para Jung, el centro del mándala figura al sí-mismo (Selbst), que el sujeto intenta lograr perfeccionar en el proceso de individuación.


Breve, brevísima introducción a los mandalas
para la serie que subiré al flog proximamente...