Es interesante conocer cómo se van forjando ciertos conceptos en nuestra mente. Cómo llegan ahí estructuras de pensamiento, formas de ver el mundo, relacionarnos con los demás, valores.
Hoy por ejemplo, es un miércoles 20 de junio en Buenos Aires, Argentina. Es el día de la bandera. Lo cual quiere decir, en principio, que es una fecha "patria", la cual remite a una "historia común" y que como argentinos y argentinas, "celebramos".
Claro que todo esto podemos cuestionarlo.
¿Por qué y para qué sirve una bandera?
Para separar... es la respuesta que viene a mi mente de la manera más completa y sintética.
Pero voy a internarme en los surcos de mi mente para descubrir y compartir cómo.
En primer lugaruna bandera sirve para unificar, dar un origen o cuerpo común a un grupo humano determinado. La bandera es un símbolo de identificación, de pertenencia. Señala tanto un adentro como un afuera. Por eso puedo leer también que la bandera está separando a ese grupo de otros, lo está diferenciando, desagregando, resignificando, estereotipando.
Una bandera puede ser un escudo, un hogar, un símbolo de libertad o esclavitud.
El tema es bastante arbitrario, no? Porque más allá del consenso, de la geografía (la geografía es poder, a no olvidarse) y de la historia, está la subjetividad: la propia vida, la visión, cada ser humano con su búsqueda, motivado por su deseo puntual en un momento determinado y con un grado de interés particular.
De ahí derivo entonces en esta otra cuestión,
¿Podemos pensar en una sola bandera?
Tratando no ya de volvernos todos iguales -porque un símbolo no hace a la unificación de manera automática- pero sí intentar acercarnos a una "bandera" para ponernos de acuerdo en nuestro origen común, precisamente más allá de la materialidad concebida como frontera o límite, sino haciendo foco en nuestras necesidades comunes, en nuestro actuar en común.
Después de todo, estamos compartiendo el mismo mundo y nuestras necesidades son comunes también, empezando por las biológicas y las emocionales.
Se me ocurre que podemos hacer una bandera con la imagen del planeta Tierra, por ejemplo.
Y a la vez me doy cuenta que esa bandera que nos está identificando, también nos está aislando o mejor dicho "recortando" a la Tierra. Y me doy cuenta que lo importante en este punto es reconocer a la bandera, a la misma Tierra, como parte de un todo. Como inicio del ovillo. Una posible clave para la introducción y sus posibilidades de desarrollo, comunicación y creación, no ya como final.
Y sigo pensando... ahora me pregunto ¿podemos ser sin necesidad de banderas?
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