charla a la luz del micrón
cuando ella le dijo que, mientras volvía de Plaza Francia, le habían dado ganas de pasar por el Botánico para ver si lo encontraba, él sintió que una sombra milenaria y agria se derrumbaba por fin dentro suyo. era una confirmación de que existía nuevamente, para ella, para si mismo y para un sentimiento que se podría llamar amor, otra vez.
que le parecía que podían pasar un buen rato juntos, le decía ella, mientras a él le iba girando un consorcio de planetas y a la vez él giraba alrededor de todas las cosas, como si el tiempo y el espacio cedieran ante una idea nueva, una dimensión amable y fugaz del universo. ella le hablaba como al pasar, sin saber que en él regresaba un tipo de emoción imposible hasta hace instantes para su alma fría, inhumana. un renacer alucinado y profundo.
conversaban tiernamente; ella se extremaba en su dulzura , no solo porque se sentía atraída por su físico , sino también porque ya estaba a punto de entender que lo quería.
mil minutos pasando lo mismo.
el paraíso es abandonado y se desarma la magia que envolvía la charla. todo pareciera ser más trivial ahora, por comparación.
sin embargo, de aquí en adelante, una tea atraviesa un micrón de cada una de sus almas, que ya se encuentran unidas, iluminándolos.
Joseso
1 comentario:
arriba el joseso
por su valiente
exceso de seso
ya con forma
de plateado
corazón
don micrón
a bailar
un tango
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