Estando descalzo, muchísimo más cómodo, le doy acentos a las palabras que carecen de sentido. La marca del destino seguirá imborrable si seguimos tapando los pasos de la evolución. No se cansan los que tienen la manía de abarcar más espacio, más todo. Explotamos con miseria, y así tan fácil alguno maneja los hilos de lo que se llamaría democracia. Pierdo la orientación, exijo justicia por la causa impune de los sucesivos gobiernos sordos-mudos-sordos y mudos-sordos-mudos.
Casi todo el tiempo me muero siempre, porque en el siempre después, solamente hay promesas y apenas habrá una frase que diga algo. El nuevo mundo será este si no aspiramos a nada, si cada uno se toca los bolsillos y después piensa. Y es cierto, es casi cierto que el egoísmo rocío hace un tiempo, en el tiempo del espanto, el paisaje.
Sin escuchar desaparece el diálogo, sin tolerancia se desvanece la diversidad.
Sobre las palabras se acontece el infierno, soberbio e implacable. De esta era de la concentración de información quiero protegerlo al lenguaje, darle cobijo, fuerza, palabras. Las palabras no sobran, la tormenta es previsible, ahí está, cerca, inmune al placer.
Unas cenizas desbordan el cuerpo, ese cuerpo, el tuyo. Sobre tu piel hallaré el color de las flores, quizás. Preferiría no atormentarme, lástima que la condensación es inevitable, el colapso está a la vuelta de la esquina. Con la garganta oxidada (todos esos gritos sordos, toda la combustión) el paladar no busca nada. Con una simple voz, arruino mis dichos. En algún momento pensaré qué quiero.Pareciese que hay un muro delante de los ojos, que cada cual mira lo que quiere ver. Después bueno, los medios tergiversan todo. Eso no es noticia.
A punto de la implosión, el alma espera quietita. Las ideas en declive, las utopías muertas sin nacer. La política de los politiqueros, las bendiciones de Dios. Calles con nombres innombrables, la impunidad, el silencio.
Desgastarse.
El cuerpo enjaulado. La vasta red que fomenta la ignorancia (y viceversa). La imagen deplorable de lo que llaman democracia y libertad. Una imagen certera, querer el final del tiempo y una escapada efectiva buscando aire para regenerar las ideas.
Si me quedo despierto, llegaré muy pronto al amanecer, exhausto.
Morir.
Morir de marioneta, de terca y ingenua marioneta.
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1 comentario:
muy buenoo
mis pies quieren estar libres tambien!!(y todo el año)
este es el marce que queremos!!!
abrazo
ga!
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