11 may 2007

Charly local



Sobre el nuevo disco de Charly y sobre todas las cosas que Charly dice que son importantes compartir:

Disco nuevo

Kill Gil ya se masterizó, lo cual quiere decir que está "terminado", pero al poder inyectarlo de nuevo en mi grabador, continuó... se podría decir que es High Low Fidelity, porque se mezcló en NY y ahora vuelve al lugar donde se generó, que es mi portaestudio. Lo llamé a Andrew (Loog Oldham, el productor del disco) para saber qué pensaba de eso, y me dijo que las pinceladas de talento siempre son bienvenidas, así que le cambié la introducción, lo estoy perfeccionando. Un escritor revisa sus cosas todos los días; cuando lo hace un músico dicen que está "sobreproducido".


Sonidos nuevos

En este momento me estoy empezando a interesar por los efectos que produce el sonido. Sabemos, por ejemplo, que hay frecuencias que escuchan sólo los perros, que hay frecuencias que te hacen vomitar... bueno yo pienso en esas cosas porque estoy nuevamente pensando en el futuro. Yo quiero hacer música debajo del agua. Creo que van a inventar algo para que uno pueda respirar debajo del agua, y debajo del agua, la vida es otra cosa.
Cada día estoy más convencido de que la música es un fenómeno local, y cuando digo "local" me refiero a este planeta. En el universo no hay música: hay silencio, muerte, lo que sea... por eso me interesaba mucho lo de los conciertos con auriculares, que no fue comprendido, no fue apoyado. Yo quería tener The Quiet Band of the Planet. Ahora la mía va a ser The Loudest Band of the Planet, la banda más ruidosa del planeta, como los Who, con 10 mil Marshalls al palo.


Productores

El productor en serio es alguien que produce algo que no está hecho. Epstein, Oldham y Alvarez crearon un campo para poder ocuparlo. Ahora nadie produce nada; contratar a un artista ya es "producirlo".


Kill Gil

Es un poco como The rise and fall of Ziggy Stardust, es Bowie pero no es Bowie.
Un pibe del tercer mundo va a estudiar a NY y un día escucha por la radio una música que le hace acordar quién es realmente. En NY enseguida le dan trabajo como modelo porque es exótico, y él piensa hacer una bomba para volar la ciudad. Lo que vemos es la carcaza de la bomba. El pibe se hace una remera que dice I Hate NY, juega con la ambigüedad y graba un disco donde le advierte sutilmente a sus seres queridos, a la novia, a la madre, al hijo y los amigos lo que va a hacer. La última vez que lo ven en Tribecca, en Soho, él le cuenta a un rabino que está trabajando en la bomba. El tema es que pasa el tiempo y NY sigue igual que siempre, pero filman una biopic sobre este pibe, protagonizada por Bruce Willis, donde a NY lo hacen mierda todos, desde los árabes hasta los marcianos. Lo único que queda es una remera que dice: I Love NY.

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