A este restaurante vamos a ir a comer con Leonor Silvestri
una vez que esté recuperada de la gripe que la está "obligando"
a pasar 48 horas de sí misma, consigo misma
lo cual implica
sí casa
sí bebidas calientes
sí quietud
sí descanso
sí mirar por la ventana
sí a los medicamentos de la fisicokímica moderna
sí a las ideas de la fiebre y sus imágenes
sí a los versos que puedan fluorescer ahí
sí a la música
sí al silencio
sí
sí y sí
a ese techo
una vez más
la estufa
felina
(De más está decir que "nada" obliga a Leonor Silvestri a esas ficticias 48 horas de gripe y reposo que mencioné arriba)
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